Una de las experiencias más bonitas que he vivido, junto a 7 personas únicas. Si pudiera definirlo con una palabra diría mágico. Raúl, nuestro coordinador, preparó una ruta preciosa con la que pudimos conocer muchas zonas diferentes de Gambia. Siempre respetando su tierra, su cultura y a su gente, que es lo mejor que me llevo de este viaje. Los atardeceres en la playa de Sanyang, una ruta en barca por el río Gambia, los amaneceres en las cabañas de Bintang Bolong, la gente de Amdalai, la inmensidad de los cielos estrellados y, sobre todo, las miles de sonrisas que me llevo en la memoria. Como ellos dicen, no son viajes en grupo, son viajes en familia. Y sí, dejan mucha huella.