Somos una agencia de viajes con alma y espíritu joven, con cada día más y más ganas de ampliar nuestro horizonte, proponer nuevas experiencias, conocer nuevos países y tratar de ofrecerte lo mejor de Huellas Nómadas a través de viajes únicos e inolvidables.
Detrás de Huellas Nómadas, hay un equipo humano ilusionado, entusiasta e inconformista. Siempre tratamos de darle una vuelta de tuerca a cada aspecto, mejorar a cada paso y seguir una misma línea, sin alejarnos de nuestra manera de ser, de nuestra filosofía: ofrecer rutas auténticas y con carácter aventurero, contribuir a la economía del país, respetar las culturas locales, la naturaleza y el entorno.
África es nuestra devoción. ¿Para qué engañarnos? No se trata de generalizar, pero en todos los países en los que hemos estado en las distintas veces que hemos ido, siempre nos ha nacido un mismo sentimiento difícil de expresar con palabras que hace que nos unamos más al continente negro. Sin embargo y pese a considerarnos africanistas, no podemos olvidar que el mundo es tremendamente grande y maravilloso (por suerte) y que existen otros muchos lugares que también nos hacen vibrar y sentir. Por esa razón, no solamente ofrecemos destinos africanos sino que además y puntualmente, proponemos salidas en grupo a aquellos países que tienen una conexión especial con la naturaleza y que algún día nos cautivaron.
Así que ya ves, en Huellas Nómadas no hay cabida para cualquier tipo de viaje ni destino. No todos los países entran en nuestra filosofía. ¡Ojo! No por ello son menos increíbles. Pero queremos poder transmitir el amor y ese enganche que tenemos con cada uno de los destinos que sí ofrecemos.
La idea de realizar viajes en grupo surge con la intención de poder dar la oportunidad de viajar en compañía sin tener que depender (necesariamente) de tu gente. A veces puede resultar complicado ponerse de acuerdo en las fechas, en el destino… Pero no queremos que eso te impida ir a descubrir mundo. Normalmente la gente que se une a estos viajes grupales, lo hace sola. Y aunque viniera acompañada, partimos de la base de que, si se ha unido a un grupo, es porque es alguien majo y abierto de mente dispuesto a conocer, compartir y ampliar su círculo de amistades. Sino, ¿qué sentido tendría unirse a un grupo con el que convivirás mínimo una semana?
Los grupos irán acompañados por nuestro equipo de guías locales del país y/o coordinadores de Huellas Nómadas, viajerxs experimentadxs que pueden, o no, haber estado previamente en el país al que se viaja. Eso sí, la ruta habrá estado trabajada conjuntamente. Todas y cada una de las personas que forman parte del equipo darán lo mejor de sí para que el grupo disfrute al máximo del viaje.
Los grupos no serán de más de 10 personas. Lo que no queremos es distorsionar el entorno de allí donde vamos ni perder la esencia de los grandes viajes, sino justo lo contrario, tratar de no alterar la dinámica y la realidad que nos rodea. Viajar en grupo reducido nos permitirá sumergirnos más de lleno en el país al que vamos y por ende, aprender más de su gente, su cultura y tradiciones ya que lo viviremos más de cerca, desde dentro.
Además, ir en grupos pequeños da pie a conectar de un modo más cercano entre todos, profundizar en las relaciones, crear fuertes vínculos. Fomenta también una mayor autonomía, flexibilidad y adaptabilidad ante circunstancias que puedan surgir durante el viaje.
No te vamos a engañar, el rollo mochilero nos va, siempre y cuando seamos un grupo conocido muy pequeño y/o tengamos tiempo. Pero como agencia y para que puedas disfrutar de verdad de un país en un tiempo limitado, sin preocupaciones, sin tener que debatir constantemente con los miembros del grupo dónde vamos y dónde no, lo mejor es que el viaje esté organizado, planificado y atado.
Quítate esa imagen de la típica agencia de viajes convencional, las de toda la vida, que ofrecen paquetes cerradísimos, que viajan en autocares cargados de 80 personas cada uno y que van con el guía y el paraguas o la banderita de turno. Son viajes organizados, sí. Pero no como lo entendemos en Huellas Nómadas. Huimos de este tipo de turismo, del turismo de masas.
Por nuestra parte, queremos que esté todo planificado de antemano para así poder ofrecer un buen servicio, de calidad, sin sustos (económicamente hablando), fomentando el bienestar mental y así, que puedas disfrutar de verdad de un viaje como merece, desde la tranquilidad.
Vengas en solitario o en compañía, quieres abrir tu círculo de amistades y compartir la experiencia con gente nueva con intereses comunes. Sabemos que no siempre coincidiremos con todo el mundo (incluso con los tuyos) en cuanto a opiniones se refiere, por lo que debemos mostrar una actitud respetuosa, receptiva, amigable y flexible. Nadie es más que nadie.
También, somos conscientes que allí donde vamos nos encontraremos con otras costumbres, tradiciones, culturas distintas, otro entorno, otro hábitat. Debemos viajar con una actitud tolerante y empática. Nadie lo hace mejor, ni peor.
Para Huellas Nómadas, en la diferencia está la riqueza. El conocer otras realidades y visiones, nos nutre, nos suma. Por eso y siempre desde el respeto, apostamos por lo diferente.
Debemos ser conscientes que en la vida surgen imprevistos y más todavía en determinados países. Cabe decir que en los destinos que ofrecemos en Huellas Nómadas, las infraestructuras muchas veces son más que básicas así que, con más razón, pueden darse situaciones en las que debamos mostrar una actitud flexible y adaptativa. A veces, toca: ducharse con agua fría, comer durante varios días el mismo menú, realizar trayectos largos en coche, pasar calor, tomarse una cervecita templada, que se tenga que coser o apañar algún agujero de la mosquitera… Además, sabes que viajar en grupo conlleva tener una mentalidad de equipo y no ser individualista.
Debemos tener presente también que en los viajes en grupo acompañados por una coordinadora o un coordinador de Huellas Nómadas, trataremos de ofrecer siempre en las rutas experiencias auténticas y de aventura, véase: acampada salvaje en mitad de algún parque nacional en plena sabana africana, trekkings por glaciares o selvas tropicales, convivir y dormir en casas familiares en aldeas rurales… Así que, debemos mostrar una actitud abierta y receptiva a lo que venga. No buscamos confort ni lujos, sino más bien autenticidad.